El tiempo va pasando, y cada vez mas deprisa,
toda a mi alrededor, la vida gira que gira,
me veo a mí de pequeña, jugando con mis amigas,
montando en la bicicleta, esa que lleva la vida.
Crecí deprisa y mujer, con ganas de ver la vida,
y me frenaban entonces, no hacía lo que quería,
me enamoré muy, muy joven, 14 apenas tenía,
quien diría que el chaval, fuera mi hombre todavía.
Vivimos muy buenos tiempos, y con imaginacion,
castillos de papel construía, y soñaba con mis hijos,
los que algún día tendría, con mi casa, mi perro,
y en formar una familia.
La familia ya la tengo, por nada la cambiaria,
con dos hijos estupendos, que me dan toda la vida,
mi casita está muy bien, tiene incluso una piscina,
y todavía comparto con mi hombre nuestra vida.
Perdí en el camino gente, familia a la que quería,
primero perdí a mi abuelo, y luego se fue mi abuela,
mas tarde murió mi perro, y un poquito después,
se me murió mi otra abuela, la vida ahí si vuela.
Cuando ya perdí a mi padre, bastante mayor yo era,
y darme cuenta de aquello, dejó en mi alma una huella,
que jamás se borrará, por mucho que yo lo quiera,
ese día estará ahí hasta el día en que me muera.
Ahora estoy aquí, mis hijos ya...
dentro de nada vuelan,
con la ilusión que yo tuve, ahora ellos con la suya juegan,
y sueñan con sus trabajos, y sueñan con sus carreras,
y van labrando el futuro, largo camino les queda.
Y les veo disfrutar, y crecer en vida buena,
que en estos tiempos difícil es, no torcerse en la vereda,
y ser hombres de verdad, y no niñatos de mierda,
aunque ellos el futuro ven muy negro como una cueva.
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