Fotografía tomada y cedida por Moncho
Cambiar la piel no es facil,
la antigua se amolda perfectamente,
como un guante a medida,
con sus lunares, sus arrugas,
sus imperfecciónes, y si...,
es un proceso muy lento,
pero a la vez renovador,
como cuando de una crisalida
sale una mariposa..., y arrugada...,
emerge despacio, dejando entrever...,
todo su explendor, agitando las alas...,
para tensarlas, y abrirlas de repente,
batirlas al aire, reluciendo firmes.
A veces..., se tarda en cambiar la piel...,
cuando la antigua se pega a tu cuerpo,
y se encuentra con un gran pliegue...,
que no te quiere dejar...,
y se va amontonando en torno a él,
de repente..., todo el conjunto empuja,
y ..., por fin..., te liberas de ello,
al principio, notas como ese apego...,
falta..., y te sientes vacío, luego poco a poco...,
ves tu nueva piel, brillante, sin arrugas,
preciosa..., y al poco..., otro montón se agrupa,
y te acostumbras a su presencia,
y recuerdas el antiguo pedazo de piel...,
y te sientes dichosa, pero..., está de camino,
tiene que seguir su curso..., y desprenderse,
y al momento notas como el resto empuja,
y te libera de esa piel vieja, por fin,
y ya ves tu piel limpia, sin recodos,
y ves que te mereces tenerla...,
y disfrutarla en todo su esplendor,
y la antigua pasa a un segundo plano.
Y aprendes a lucirla, y a sentirte segura,
bella, única, de colores y con más fuerza,
te sientes imponente¡¡¡¡Eres imponente¡¡¡
Como te veas así te verán¡¡¡
Si eres débil, y te sientes débil los demás,
lo notarán y se aprovecharan de ti,
pero si eres imponente¡¡¡¡te verán así¡¡¡
y serás imponente para el mundo¡¡¡¡
No aspires a menos¡¡¡¡todos somos imponentes¡¡¡¡
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