NOBLEZA

NOBLEZA

Poso mi mano sobre tu lomo y te siento,

siento tu corazón latiendo fuerte,

tu lomo caliente después de tomar el sol,

y de beber agua en la fuente.

Me miras y con el hocico me empujas para que te acaricie,

¡que mimosa eres¡

¡si por ti fuera todo el día estarías pidiéndome mimos¡.

Cuando te abandonaron no pensaron en la nobleza de tu corazón,

les dio lo mismo, eras una carga, una carga a la que alimentar…

¡para que si ya no vale¡

como si de un objeto se tratara, dejaron de hacerlo,

¡en el campo hay mucha hierba¡

pero el sol es implacable con las plantas y con el agua,

va secando los prados, y esquilmando las aguas.

Ya abandonada, sin fuerzas para trotar,

vas buscando alguna mano con pan o una manzana.

Varios días sin comer, se harán más de una semana,

ya te flaquean las fuerzas y lo que mas duele es el alma.

Yo que tanto de mi vida di, mil concursos de belleza gané,

y ahora esté cabrón me da la patada, no le importa lo de la hernia,

ni el estar embarazada, me ha abandonado a mi suerte,

hasta me duele una pata…

Yo ya no quiero vivir, pues ya no confío en nada,

yo que todo se lo dí, mi corazón y mi alma,

me voy a quedar aquí a esperar la madrugada,

tumbadita en esta hierba y con las patas dobladas,

para ver si esa lunita me lleva antes de que llegue el alba .

Quedé dormida un momento, pero ya allí no estaba,

yo pensé…¡por fin he muerto¡

pero que va…¡allí estaba¡ en una cuadra con heno,

y la patita vendada.

Mil caricias recibía, diciéndome ¡vamos se fuerte, levanta¡

pero no tenía fuerzas, y esa mujer lloraba,

lloraba de la impotencia de que no me levantara.

Hice todo lo posible, pero me pesaba el alma,

estuve dos días tendida, en el suelo de esa cuadra.

Todos los días mimitos, y una ración de alfalfa,

y un señor muy historiado, mil potingues me aplicaba.

Ese día lo intenté, y me levanté a la cuarta,

y ahora pastando estoy, como a una reina me tratan,

tengo heno de primera, y dos amigas que me ladran..

Ahora tengo mil amigas que me acarician y me aman,

ahora no quiero morir, pues mi pequeña trota por ahí.

Seguro que si la ves la cuidarás, bien como a mí.