Me gusta mirarte cuando me hablas,
porque en tus ojos, veo la chispa,
si, esa chispa que me hace vibrar,
cuando la veo, siento mariposas...
A veces incluso, me quedo ensimismada,
mirandote, pero viendo tu interior,
apenas escucho tus palabras,
porque tus ojos me lo dicen todo de tí.
Me encanta mirarte, como tus ojos,
gesticulan a cada palabra tuya,
y te veo el alma, ahí está,
tu apenas te das cuenta de ello, y sonrio.
Quizás opines que no te hago caso,
pero si, porque indirectamente te escucho,
y asiento con la cabeza, prestando atención,
pero esos ojos..., me tienen robado el alma.
Me sonrien y cuentan tu belleza interior,
aunque también tus miedos,
tus aflicciónes, y tus conquistas,
las que a mí duelen pues te amo.
Pero soy feliz, porque te veo feliz,
y no hay nada como ver a quién quieres,
contento, ilusionado, enamorado...,
aunque no sea de mí, pero feliz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario