Mi noción de eternidad,
está bien determinada,
si huele bien una cosa,
se me queda ya en el alma.
Algún precioso momento,
o simplemente una mirada,
si me transmite algo grande...,
la dejo ultracongelada.
Una sonrisa, una palabra, y
hasta una bella mariposa,
se alojan en un rincón, y
cuando yo lo necesito,
afloran en mi interior.
Lo bueno, lo malo,
hasta incluso una canción,
o un baile de verano,
o el beso en un callejón.
Aquí lo tengo grabado,
para siempre en mi interior,
y la eternidad, implacable,
aloja aquí en mi interior,
momentos insoportables,
historias de desamor,
olores muy repugnantes,
odios a mi corazón,
de otras personas horribles,
esas a lo mas hondo las guardo yó.
Para que no salgan nunca,
de su asqueroso rincón.
Porque se que eternamente,
estarán en mi interior-.
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