sábado, 6 de febrero de 2016

POR EL MONTE


POR EL MONTE

Y bajando por el monte sentía la libertad,
el aire dándole de lleno en la cara...,
el sol, reluciendo en lo alto, ese olor...,
esa paz..., la naturaleza en su esplendor.

El sol del verano, calentando las rocas,
el suelo seco, polvoriento..., los cardos,
todo, aunque parece muerto tiene vida...,
hasta en la pradera mas seca brota una flor.

Los prados..., con el ganado tumbado...,
todas ellas mirando en la misma dirección,
que curioso..., mi perro olisqueando sin parar,
salta alegre sobre un matorral, curioseando.

Mirando al horizonte buscando el final,
pero el final es largo..., siempre un poco más,
nunca llego, siempre el horizonte delante de mí,
y me pica la curiosidad, no quiero parar.

Me siento en una roca, jadeando sudorosa,
y mi perro me vigila a lo lejos..., me cuida,
sabe que es mi momento, el de pensar...,
estar conmigo misma, y recordarte..., 
la piel erizada me hace dar un respingo,
y bebo agua, la comparto con mi fiel amigo.

El lame mi mano con cariño, y me da la pata,
yo le hablo, le cuento de mis problemas,
de mis añoranzas, de ti, el..., sube las orejas,
me entiende, le veo como sonríe, me ve feliz.

Mis paseos por el campo..., me dan la vida,
me acercan a ti, a la paz, a la ensoñación, 
a la libertad, a la felicidad.

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